Conforme la deuda emergente ha ido evolucionando, ha ido ganando en atractivo para una base más amplia de inversores. El nivel de emisión ha aumentado, lo que ha mejorado los niveles de liquidez.
Las curvas de tipos han evolucionado, permitiendo a los inversores activos generar valor mediante el posicionamiento en títulos con diferentes vencimientos. Todo ello ha provocado la diversificación de la base de inversores, que presenta ahora un mayor equilibrio entre nacionales y extranjeros. De hecho, la consolidación de un mercado de deuda emergente denominada en divisa local y la gestión eficaz de los tipos de interés constituyen indicadores clave del grado de desarrollo económico de un país.
La inversión estratégica en deuda de mercados emergentes denominada en divisa local está más que justificada, ya que ofrece ventajas de diversificación, así como la posibilidad de generar unos sólidos resultados impulsados por unos rendimientos atractivos. Veamos ahora cuál es la mejor manera de gestionar dicha exposición. El empleo de estrategias pasivas o de «beta inteligente» puede ofrecer una forma eficaz y de bajo coste de acceder al mercado en general. Sin embargo, estos enfoques pueden favorecer la inversión en países con mayores niveles de endeudamiento, sin tener en cuenta la dirección de la política económica, y pueden también limitar las oportunidades de generar valor relativo con los movimientos del mercado. En ocasiones, la volatilidad de los tipos de interés y los tipos de cambio puede ser elevada, algo que puede mitigar un enfoque activo.
Es importante pensar con detenimiento cuál es la mejor manera de aumentar la exposición a este mercado, cada vez más complejo. Para entender bien cada mercado y evaluar en qué países invertir y cuáles es mejor evitar, resulta esencial realizar un análisis fundamental en profundidad de las divisas y los tipos de cada uno de los países, en el contexto del entorno macroeconómico global. Ante la evolución que han experimentado las oportunidades de inversión, el profundo conocimiento de los factores técnicos y de las estrategias de trading podría servir para complementar el análisis fundamental y podría tener un impacto significativo sobre la rentabilidad. La sólida gestión de riesgos es igualmente importante.
En nuestra opinión, un enfoque activo que tenga en cuenta el índice de referencia pero que no esté condicionado por él y que esté basado en un análisis exhaustivo con un disciplinado control de los riesgos es el más apropiado para generar una sólida rentabilidad ajustada al riesgo en entornos caracterizados por distintos niveles de volatilidad. Muchos inversores con los que hablamos comparten nuestra opinión. Según una encuesta que hemos realizado recientemente entre propietarios de activos del Reino Unido, la mayoría de los encuestados cree que las estrategias activas generarán un mayor valor que los enfoques pasivos en deuda emergente, y casi el 40% tiene previsto aumentar la proporción de gestión activa en sus carteras en los próximos doce meses1.
En este artículo comentamos nuestra filosofía al respecto y explicamos qué es lo que hay que tener en cuenta a la hora de seleccionar a una gestora de deuda emergente.