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Eurozona Nota macroeconómica: consecuencias para Europa de una segunda crisis comercial china

Los elevados aranceles estadounidenses podrían favorecer que China destinara una mayor parte del exceso de capacidad de producción a Europa, lo que favorecería a los consumidores europeos con una reducción de la inflación y un aumento del nivel de renta real. Sin embargo, sin una respuesta comercial desde Bruselas, este escenario podría derivar en una reducción de la producción en la región que podría requerir medidas concretas de defensa comercial.

 

Ello supondría un paso más en el cambio de relación entre China y la Unión Europea, de una relación marcada por la colaboración a otra de competencia, y podría favorecer que las consecuencias de una segunda gran crisis comercial china fueran diferentes a las que tuvo la primera.

 

Cuando hablamos de la primera crisis comercial china nos referimos al aumento de las importaciones estadounidenses de productos chinos que se produjo tras la adhesión de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001. En términos generales, la mayoría de los economistas coinciden en que dicha crisis provocó un aumento del bienestar de los consumidores y del empleo en Estados Unidos, pese a la pérdida de puestos de trabajo en el sector manufacturero nacional. Al reducir los costes de los insumos para las compañías y los consumidores, la crisis impulsó la demanda y desplazó el crecimiento del empleo del sector manufacturero hacia los servicios y la tecnología.

 

En Europa, el impacto fue más desigual. Francia y el Reino Unido registraron fuertes caídas de producción industrial y empleo, y los segmentos de menor valor añadido de la producción en Alemania e Italia, como el textil y el acero, también cayeron. Sin embargo, dada la concentración de las exportaciones chinas en los sectores de la electrónica de consumo, la confección y los electrodomésticos, los segmentos de valor añadido de la producción europea, como los automóviles y la maquinaria, quedaron más protegidos.

 

Hoy en día, la situación es distinta. Desde aquella primera crisis comercial, China se ha especializado en muchos de los sectores que antes dominaba la Unión Europea, por lo que el bloque está hoy más expuesto a la segunda crisis comercial china de lo que estuvo a la primera. Los índices que miden la similitud de las exportaciones muestran que China compite ahora con la Unión Europea en muchas más categorías de exportación que Estados Unidos, Reino Unido o Japón.

 

Índice de similitud de exportación

Índice de similitud de exportación

Fuente: Base de datos Comtrade de las Naciones Unidas. Índice de similitud de Finger & Kreinin (1979), que compara los patrones de exportación de distintos países a un mercado de importación de un tercer país.

El impacto positivo que tuvo la primera crisis comercial china en el crecimiento y el empleo se debió fundamentalmente al hecho de que los mercados desarrollados respondieron favorablemente a la oleada de bienes más baratos y mantuvieron unos mercados comerciales y de capital relativamente abiertos. Por el contrario, los beneficios podrían ser más limitados en esta segunda crisis si los países optan por responder con medidas proteccionistas, aumentando los costes de los insumos y protegiendo a las compañías nacionales frente a la competencia extranjera.

Beth Beckett es economista de Capital Group. Cuenta con cinco años de experiencia en el sector y lleva tres años trabajando en Capital Group. Es licenciada en Economía por la Universidad de Durham y tiene un máster en Historia Económica por la London School of Economics and Political Science. Tiene su oficina en Londres. 

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