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Renta fija
¿Debe preocupar a los inversores el enfrentamiento por el techo de la deuda?
Matt Miller
Economista político
Tom Hollenberg
Gestor de renta fija
Steve Watson
Gestor de renta variable

A ver si les suena: enfrentamiento de los legisladores estadounidenses por una acción legislativa para aumentar el techo de la deuda federal. La cuestión lleva meses en el aire, pero podría alcanzar un punto crítico este verano, cuando el Tesoro de Estados Unidos comience a quedarse sin dinero para pagar sus deudas.


La decisión de aumentar el límite de la deuda suele ser una tarea sencilla, salvo en los años en los que el Congreso está dividido, como ocurre ahora. Los republicanos controlan la Cámara de Representantes y los demócratas el Senado, por lo que podríamos estar a punto de asistir a uno de los enfrentamientos por el techo de la deuda más polémicos de la historia reciente.


Por el momento, los demócratas han afirmado que no van a negociar nada, y muchos republicanos han dicho que no van a votar a favor de aumentar el límite de deuda sin un acuerdo adicional para reducir el gasto federal.


«Podríamos estar ante el enfrentamiento más duro al que hayamos asistido nunca», afirma Mat Miller, economista político de Capital Group. «Como mínimo, podría ser tan intenso como el de 2011».


Ese fue el año en el que Standard & Poor's rebajó la calificación crediticia de Estados Unidos de AAA a AA+, que es la que tiene actualmente, en un entorno de preocupación por el déficit presupuestario del gobierno, el continuo aumento de la carga de la deuda a largo plazo y los conflictos políticos en torno al aumento del límite de deuda. La medida inquietó durante algún tiempo a los mercados financieros del país, pero estos se recuperaron con rapidez.


El debate sobre el techo de la deuda en Estados Unidos podría complicarse pero, históricamente, los mercados han salido adelante

Fuente: Capital Group, Refinitiv Datastream, Standard & Poor's, Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Oficina estadounidense de Gestión y Presupuesto. Las líneas de puntos reflejan los periodos en los que el límite legal ha quedado suspendido. Estos periodos son los siguientes: del 4 febrero 2013 al 18 mayo 2013; del 17 octubre 2014 al 31 marzo 2017; del 30 septiembre 2017 al 1 marzo 2019; y del 2 agosto 2019 al 31 julio 2021. Información a 31 marzo 2023. Los resultados obtenidos en el pasado no son indicativos de resultados futuros.

De hecho, poco después de la rebaja de calificación de 2011, el mercado de renta variable estadounidense se embarcó en una de las fases alcistas más largas de la historia, que se prolongó de manera prácticamente ininterrumpida desde 2011 hasta el inicio de la pandemia de COVID-19.


«Creo que lo que nos ha enseñado lo que ocurrió en 2011, y el posterior conflicto sobre el techo de la deuda en 2013, es que estas situaciones pueden provocar inestabilidad en los mercados durante algún tiempo, en ocasiones durante semanas o incluso meses. Pero, en términos históricos, no suelen tener un impacto duradero en los inversores», señala Miller. «Eso suponiendo que lleguemos a un acuerdo razonable».


El pasado 19 de abril, Kevin McCarthy, presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, presentó una ley que aumentaría el límite de deuda en 1,5 billones de dólares. El proyecto de ley incluye también otras disposiciones destinadas a reducir el gasto federal. Aún no está claro si hay votos suficientes para aprobar el proyecto de ley en su redacción actual.


¿Qué ocurre si Estados Unidos incumple el pago de la deuda?


Lo que realmente preocupa es la posibilidad de que Estados Unidos, en medio de un enfrentamiento especialmente intenso por el techo de la deuda, acabe incurriendo en un impago técnico de sus numerosas obligaciones de deuda, incluidos los pagos a los titulares de bonos. Es difícil predecir qué ocurriría en ese caso, pero muchos afirman que esta situación desestabilizaría a los mercados financieros y pondría en peligro la categoría del dólar como divisa de reserva mundial.


En opinión de Tom Hollenberg, gestor de renta fija de Capital Group, las posibilidades de un impago técnico, que se produciría en caso de incumplimiento o incluso retraso en el pago de un bono, son muy bajas, pero no son del todo inexistentes.


«Es importante distinguir entre la situación a la que nos enfrentamos en Estados Unidos y un escenario mucho peor, como un impago similar al de Argentina, en el que los inversores pierden sus ahorros. Nadie cree que aquí vaya a pasar algo así», señala Hollenberg. «En mi opinión, la posibilidad de que se produzca en Estados Unidos un impago técnico, o un retraso en el pago, se sitúa entre el 5% y el 10%. No es mi escenario base, pero tampoco es algo que pueda descartar del todo».


¿Cuándo se quedará sin dinero el Tesoro de Estados Unidos?

Fuente: Capital Group, Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés), Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés), Piper Sandler. Las cifras del saldo de caja reflejan las estimaciones de Piper Sandler basadas en las previsiones de deuda de la CBO y la OMB respectivamente. Las estimaciones parten de la base de que las medidas extraordinarias se aplican en su totalidad y de que el Tesoro no permitirá saldos de caja inferiores a 25.000 millones de dólares. Las «fechas X» se refieren a la fecha en la que el gobierno estadounidense será incapaz de pagar todas sus obligaciones. Trayectoria suavizada del saldo de caja. Información a 12 abril 2023.

Hollenberg explica que si Estados Unidos incumpliera, por ejemplo, el pago de un título de deuda a corto plazo con vencimiento en junio habría un fuerte revuelo en los mercados y una gran volatilidad durante uno o dos días, lo que probablemente acabaría con el conflicto por el techo de la deuda.


«Las crisis ponen en marcha los engranajes políticos», añade. «Si eso ocurriera, creo que el Congreso llegaría rápidamente a un acuerdo y aumentaría el límite de deuda, lo que tranquilizaría a los inversores».


La ley de las consecuencias imprevistas


Eso no significa que no haya consecuencias en caso de un impago técnico. Las agencias de calificación podrían volver a rebajar la calificación estadounidense. Los inversores podrían elevar el coste de las futuras emisiones de deuda del país. Y, quizás lo peor de todo, algunos inversores podrían dejar de pensar que los títulos del Tesoro estadounidense son las inversiones más seguras del mundo.


«No sabemos realmente qué consecuencias posteriores podría tener esta situación», señala Hollenberg. «Por ejemplo, la calificación crediticia de algunos bancos está vinculada en cierto modo a la calificación de la deuda soberana de Estados Unidos. Lo mismo ocurre con algunas aseguradoras, así como con ciertos organismos como Fannie Mae y Freddie Mac. Resulta difícil saber qué ocurriría con estas entidades si una o más agencias de calificación decidieran volver a rebajar la calificación crediticia de Estados Unidos».


«Podrían acabar produciéndose rebajas de calificación en cascada, lo que sería un verdadero problema para algunas instituciones financieras», advierte Hollenberg. «No es algo que podamos pasar por alto, y por eso necesitamos un acuerdo sobre el techo de la deuda. Creo que acabaremos consiguiéndolo, pero espero que ocurra antes de que tengamos que enfrentarnos a consecuencias imprevistas».


La deuda estadounidense a largo plazo ha ido aumentando de forma constante en el último siglo

Fuente: Capital Group, Oficina Nacional de Estudios Económicos, Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Información a 31 diciembre 2022.

¿Cuánta deuda es demasiada?


Desde el punto de vista de un inversor de renta variable, el debate sobre el techo de la deuda en Estados Unidos constituye un ejercicio político interesante, pero no es algo que afecte demasiado a las decisiones de inversión, tal y como afirma el gestor Steve Watson.


«Por otro lado, creo que no es mala idea recordar de vez en cuando que la deuda estadounidense supera los 30 billones de dólares», señala Watson. «Quizás es el momento de entablar un debate serio sobre la responsabilidad fiscal a largo plazo».



Matt Miller es economista político de Capital Group y anfitrión del podcast de Capital ideas. Anteriormente fue asesor senior en McKinsey, columnista y autor del Washington Post, anfitrión del programa "izquierda, derecha y centro" de la radio pública, y asistente de la Casa Blanca de Clinton. Es licenciado en Derecho por Columbia y licenciado en Economía por Brown.

Tom Hollenberg es gestor de renta fija y cuenta con 15 años de experiencia en el sector. Tiene un MBA por la MIT Sloan School of Management y es licenciado en Económicas por el Boston College.

Steve Watson es un gestor de renta variable con 33 años de experiencia en inversiones. Al principio de su carrera en Capital, cubrió real estate y el transporte de Asia, así como las  compañías europeas de transporte y servicios públicos como analista. Tiene un MBA y un Master en estudios franceses de la Universidad de Nueva York, así como una licenciatura en francés de la Universidad de Massachusetts.


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