Los años electorales en Estados Unidos pueden poner nerviosos a los inversores, y 2024 no será diferente. La política puede suscitar fuertes emociones y prejuicios, pero los inversores deberían mantenerse al margen a la hora de tomar decisiones de inversión.
Benjamin Graham, el padre de la inversión en valor, afirmaba: «A corto plazo, el mercado es como una máquina de votos, pero a largo plazo actúa como una báscula». No se refería literalmente a la relación entre elecciones e inversión, pero podría haberlo hecho. Los mercados pueden mostrarse especialmente volátiles en años electorales, y la confianza de los inversores puede cambiar cada vez que los candidatos abren la boca.
Graham hizo esta afirmación en 1934, en su famoso libro Security Analysis. Desde entonces, ha habido 23 ciclos electorales en Estados Unidos, que hemos analizado para ayudar a los clientes a prepararse para invertir en estos periodos de volatilidad potencial. A continuación, destacamos tres errores que los inversores suelen cometer en años electorales y explicamos cómo evitarlos para invertir con confianza en 2024.
Error número 1: A los inversores les preocupa demasiado qué partido gana las elecciones
No hay nada malo en desear la victoria de un candidato en concreto, pero los inversores pueden tener problemas si dan demasiada importancia a los resultados electorales, ya que, desde un punto de vista histórico, las elecciones no han marcado ninguna diferencia en cuanto a los beneficios de las inversiones a largo plazo.
«Se responsabiliza y se culpa demasiado a los presidentes de la salud de la economía estadounidense y el estado de los mercados financieros», apunta el economista de Capital Group Darrell Spence. «Hay muchas otras variables que determinan el crecimiento económico y los rendimientos del mercado y, a decir verdad, los presidentes tienen muy poca influencia sobre ellas».
Lo realmente importante es no salir del mercado. Aunque los resultados obtenidos en el pasado no son indicativos de resultados futuros, si hubiéramos invertido 1.000 dólares en el índice S&P 500 cuando Franklin D. Roosevelt se convirtió en presidente de Estados Unidos, hoy tendríamos 22 millones de dólares. Desde entonces, ha habido siete presidentes republicanos y ocho demócratas. Los inversores que hubieran salido del mercado para evitar a un partido o candidato determinado habrían visto mermada en gran medida su rentabilidad a largo plazo.
Las elecciones están diseñadas para que unos ganen y otros pierdan. Pero los que realmente ganan son los inversores que evitan la tentación de basar sus decisiones en los resultados electorales y mantienen su inversión a largo plazo.