Biden y Trump se enfrentarán en las urnas el próximo mes de noviembre. En 2024, el ciclo electoral estadounidense podría traer consigo un importante cambio en el liderazgo político, lo que podría traducirse en cambios políticos que afectarían a las carteras de inversión.
Los inversores deberían estar preparados para una serie de cambios políticos en una gran variedad de sectores. Ambos candidatos han planteado ciertos objetivos que podrían impulsar, o perjudicar, a algunos sectores como el energético, el financiero y el manufacturero. Otros temas de debate se refieren a los impuestos, la presidencia de la Reserva Federal, la política de inmigración y las relaciones con China.
Este artículo no trata de adivinar el futuro, sino de examinar los posibles resultados electorales con el fin de identificar temáticas de inversión y posibles riesgos. La capacidad de ambos candidatos aplicar sus políticas se verá limitada si el control del Congreso está en manos del partido contrario. Y hay algunas cuestiones, como la referente al nivel de déficit, que no tienen muchas probabilidades de cambiar independientemente de quién gane.
Así, en este artículo analizamos principalmente lo que cabría esperar en un escenario de victoria total del partido demócrata o del partido republicano, en el que alguno de los dos partidos controlase la Casa Blanca y ambas cámaras legislativas.