Llevamos décadas trabajando junto a los asesores. Reuniéndonos con ellos en oficinas de todo el mundo, de Singapur a Sidney, de Londres a Luxemburgo y de Michigan a Miami, nos esforzamos por entender su negocio y ayudarles en su éxito. Nuestro objetivo es construir relaciones a largo plazo con enfoque y escala.
Para ello se necesita algo más que conocimiento del mercado. Se trata de confianza, honestidad y asesoramiento veraz.
Por eso contraemos el compromiso de entender las necesidades de los asesores, con el objetivo de colaborar con ellos a largo plazo. Cuando el sector cambia, nosotros cambiamos. Cuando la tecnología evoluciona, nosotros evolucionamos con ella. Y cuando lo que cambia son las necesidades de los asesores, tratamos de ajustar nuestro servicio para adaptarnos a dicho cambio. Como somos una compañía privada no cotizada, podemos seguir invirtiendo en las personas, la tecnología y la infraestructura que, en nuestra opinión, generan los mejores resultados para los asesores y sus clientes.
Los asesores financieros a veces han de ser un poco psicólogos, consejeros o amigos de confianza.
Por eso nuestra oferta no se limita a proporcionar opciones de inversión. Podemos enriquecer las conversaciones con los clientes aportando orientación y perspectivas sobre los mercados y la inversión. Nuestra labor de apoyo a los asesores emplea tres mecanismos: distribución y servicio, participación en el sector y productos e innovación. De este modo nos aseguramos de ofrecerles un apoyo integral para lo que necesiten y cuando lo necesiten.
Nuestras cuatro creencias fundamentales contribuyen al éxito de los inversores.
Entendemos que todos sus clientes son únicos, lo que nos lleva a ofrecer una amplia gama de soluciones de inversión diseñadas para cubrir sus necesidades.
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