El mercado de títulos del Tesoro estadounidense ha caído con fuerza tras el anuncio de aranceles del presidente Donald Trump. El gobierno está anunciando decisiones políticas con profundas consecuencias financieras, para luego dar marcha atrás en algunas de ellas, por lo que resulta comprensible que los inversores en activos estadounidenses estén intranquilos.
En el mercado de títulos del Tesoro entran en juego dos factores: el gran volumen de inversiones de fondos de inversión libre y otros inversores en operaciones muy apalancadas y la posible salida de inversores extranjeros para diversificar sus activos más allá de Estados Unidos. A algunos inversores les preocupa que toda esta inestabilidad pueda estar a punto de crear una crisis de liquidez que provoque que los títulos del Tesoro no puedan comprarse o venderse con facilidad sin provocar cambios significativos en los precios.
La venta de títulos del Tesoro por parte de inversores no estadounidenses ha generado una gran expectación. Los datos son escasos en los mercados de tipos, pero hasta la fecha no hemos observado indicios de desinversión generalizada por parte de estos inversores. Sin embargo, sí hay indicios de que los inversores internacionales podrían estar evitando las subastas del Tesoro de cara a diversificar sus reservas en otras divisas. Al mismo tiempo que aumentan los rendimientos a largo plazo, el dólar se debilita.
El hecho de que los inversores internacionales comenzaran a evitar el mercado del Tesoro estadounidense sería un motivo de preocupación, ya que se eliminaría un gran volumen de compra y ello podría ejercer más presión sobre los tipos. No obstante, cabe señalar que el grado de dispersión que observamos entre los inversores en títulos del Tesoro es hoy mucho mayor que hace diez años.