El elevado nivel de rendimiento actual disponible en el ámbito de la deuda corporativa de grado de inversión ofrece una oportunidad sin precedentes para asegurar unos niveles atractivos de rentas y rentabilidad en los próximos años.
Tal y como demuestra el siguiente gráfico, a pesar del fuerte repunte registrado a finales de 2023, que acabó convirtiéndose en uno de los mejores años del sector desde la crisis financiera mundial, los rendimientos solo han vuelto al nivel en el que se situaban a principios de 2023, superior al que se había venido registrando durante el 85% del tiempo en los últimos diez años. En otras palabras: la deuda corporativa de grado de inversión ha recuperado su función tradicional como clase de activo de gran calidad y con capacidad de generación de ingresos.