De cara al futuro, los fundamentales de muchas economías emergentes siguen siendo relativamente sólidos y las tasas de inflación tienden a la baja gracias a las medidas adoptadas por los bancos centrales al inicio de sus respectivos ciclos de inflación. Aunque algunas economías han iniciado recientemente los recortes de tipos, los tipos reales (que son los tipos de interés nominales menos la inflación) continúan siendo mayoritariamente positivos.
Las tasas de crecimiento de numerosas economías emergentes continúan superando a las de los mercados desarrollados, con unos déficits fiscales muy similares y unos niveles de deuda soberana más bajos. Además, los precios de las materias primas se han mantenido en unos niveles razonablemente elevados tras la pandemia, lo que ha favorecido a las reservas y las balanzas externas de los mercados emergentes.
Un escenario de aterrizaje suave de la economía estadounidense podría beneficiar a los mercados emergentes. No obstante, esta posibilidad resulta aún incierta, lo que, unido a los problemas de crecimiento de la economía china y a los diversos riesgos geopolíticos, hace que mantengamos la prudencia con respecto a la región. Aunque los fundamentales son mayoritariamente favorables y las valoraciones relativas parecen razonables, resulta crucial adoptar un enfoque equilibrado ante un posible aumento de la volatilidad.
En lo que respecta a los mercados de deuda emergente en divisa local, las divisas han perdido parte de su atractivo dado el repunto generalizado que registraron en 2023. Favorecemos la duración en muchos de estos mercados, lo que se debe, en parte, al cambio de tendencia hacia una orientación más expansiva de las políticas monetarias.
Pensamos que la deuda emergente denominada en dólares sigue ofreciendo oportunidades de valor en el segmento de menor calidad del mercado de alto rendimiento, pero sobre una base más idiosincrática. No obstante, los niveles de diferencial de los créditos de alto rendimiento con calificación BB resultan ahora menos atractivos. El segmento de grado de inversión, especialmente el crédito con calificación BBB, resulta atractivo en comparación con la deuda corporativa estadounidense de grado de inversión con calificación similar.
Por último, ciertos títulos de deuda corporativa emergente continúan ofreciendo un rendimiento razonablemente elevado y ventajas de diversificación geográfica. Además, los fundamentales de muchos de estos emisores mantienen su solidez.