Un modelo de prestación inadecuado y la falta de curación de las principales enfermedades son dos de los mayores problemas a los que se enfrenta la sanidad moderna.
La mayoría de los médicos trabajan con un modelo tradicional de pago por servicio y reciben su remuneración en función del volumen de trabajo. Pero cuantos más pacientes ven, menos tiempo pueden dedicar a cada uno de ellos, lo que podría aumentar la probabilidad de errores y diagnósticos incorrectos, así como la tendencia a tratar únicamente enfermedades o síntomas concretos.
Muchas enfermedades comportan importantes costes sanitarios, pero también pueden ejercer una enorme presión sobre las economías. Solo en Estados Unidos, el 90% del gasto sanitario anual del país, que asciende a 4,3 billones de dólares1 , va destinado a personas con enfermedades crónicas2 y de salud mental.
Sin embargo, la aparición de modelos de asistencia sanitaria basados en el valor y los avances en análisis de datos e inteligencia artificial podrían convertirse en el tratamiento adecuado.
En este artículo, Matt Reynolds, investment director de Capital Group, señala algunas de las principales oportunidades de inversión que están favoreciendo los avances tecnológicos.