2023 fue un año de récord para los vehículos eléctricos (VE): se vendieron casi 14 millones de vehículos en todo el mundo, lo que supone el 18% de todos los coches vendidos. Pongámoslo en perspectiva: en 2023 se vendieron más de 250.000 VE a la semana, más que en todo un año hace una década1.
China ha sido uno de los principales impulsores de este gran cambio, en virtud del cual los VE han pasado de ser una novedad a convertirse en un producto de consumo a gran escala. Más de la mitad de todos los VE vendidos en todo el mundo en 2023 se han fabricado en China, y casi el 60% de las nuevas matriculaciones han tenido lugar en el país. Así, China es el mayor fabricante y, al mismo tiempo, el mayor consumidor de VE del mundo1.
Ello se debe en gran parte al fuerte compromiso del gobierno chino de realizar fuertes inversiones en este ámbito y de hacer crecer su mercado de VE antes que ningún otro país. A lo largo de los últimos veinte años, se han adoptado una serie de medidas políticas destinadas a impulsar tanto la demanda como la oferta de VE, entre las que se incluyen concesiones de terrenos y subvenciones a la producción de VE para los fabricantes y exenciones fiscales para los compradores.
El país destaca por fabricar VE tecnológicamente avanzados de manera más rápida y más barata que los fabricantes internacionales. Sin embargo, la creciente preocupación de las autoridades extranjeras por la rápida expansión de los VE chinos en el extranjero podría frenar sus objetivos de expansión internacional.
En esta entrevista, Jason Zhang, analista de inversión de Capital Group, nos habla sobre las principales características que explican el dominio de China en el ámbito de los VE y analiza si el país podrá mantener su posición de liderazgo ante el creciente control que están llevando a cabo las autoridades extranjeras.