3. Las multinacionales podrían jugar con ventaja
Algunos inversores podrían pensar que las compañías nacionales, como los productores de acero, por ejemplo, son las que se verán más favorecidas por el cambio en las políticas comerciales. Sin embargo, según Higashi, son las multinacionales las que podrían tener ciertas ventajas.
«Las multinacionales muy ágiles y con gran capacidad de decisión están más preparadas para adaptar sus recursos y reaccionar a orientaciones políticas que están en constante cambio», explica, y cita también la familiaridad de estas compañías con las normativas transfronterizas.
Por ejemplo, Northrop Grumman destaca entre las compañías de defensa por la tecnología que está detrás de sus aviones de combate y sus armas de largo alcance, así como por su presencia global, ya que la compañía opera en Estados Unidos y en sus países aliados. Higashi ve potencial de crecimiento en los mercados internacionales de la compañía, ya que Japón, Alemania y otros países europeos están aumentando su gasto en defensa.
Tal y como afirma Chris Thomsen, gestor de renta variable, hay muchas compañías no estadounidenses que resultan atractivas y que son competitivas a escala mundial. «La holandesa ASML tiene prácticamente el monopolio en las máquinas que fabrican los chips de inteligencia artificial de última generación, mientras que la china Tencent está considerada una de las compañías más innovadoras del mundo en el ámbito de la tecnología financiera, los juegos y las redes sociales».
Eso no significa que la dinámica comercial no va a ayudar a las compañías que cuentan con una fuerte presencia nacional. De hecho, las empresas con una producción consolidada en grandes economías como China y Estados Unidos podrían registrar un aumento de su demanda si los aranceles provocaran el encarecimiento de las alternativas extranjeras.
En el marco de este debate sobre dónde encontrar oportunidades de inversión en periodos de inestabilidad y cambio estructural, resulta especialmente evidente la importancia de los equipos directivos. Según Higashi, los equipos que reaccionan con agilidad, toman decisiones con rapidez y están dispuestos a desprenderse de negocios grandes pero poco rentables para centrarse en sus áreas estratégicas suelen obtener mejores resultados. Un ejemplo de ello es el conglomerado japonés Hitachi, que a partir de 2009 comenzó a vender varias de sus divisiones para concentrare en las soluciones de infraestructuras y tecnología de la información.
«Los inversores deben evaluar la situación particular de cada compañía y la capacidad de su equipo directivo para realizar cambios decisivos», añade Higashi. «En última instancia, el entorno actual exige una cuidadosa selección de títulos que permita identificar cuáles son las compañías con mayor potencial».