Información importante

Este sitio web se dirige exclusivamente a inversores individuales de España.

 

Si usted es un inversor institucional, haga clic aquí; si usted es un intermediario financiero, haga clic aquí. Si busca información sobre otra ubicación, haga clic aquí.

 

Al hacer clic, reconoce haber entendido y aceptado la Información legal y normativa.

Inteligencia artificial

¿Se agota el impulso alcista de la inteligencia artificial?

Hace veinticinco años, el índice tecnológico Nasdaq Composite alcanzó su nivel máximo y marcó el estallido de la burbuja de las puntocom. Es posible que los inversores lo tengan en mente, porque parece que muchas de las principales compañías de inteligencia artificial se están quedando estancadas.

 

¿Podría repetirse la historia de las puntocom con la inteligencia artificial?

 

En lo que llevamos de 2025 (a 20 de marzo), ha caído la cotización de cinco de las compañías tecnológicas conocidas como «siete magníficas» (Apple, Microsoft, NVIDIA, Amazon y Alphabet), que han quedado por detrás del índice S&P 500. Estas compañías han realizado fuertes inversiones en inteligencia artificial.

 

Los inversores han comenzado a cuestionar la conveniencia de invertir miles de millones de dólares en la construcción de centros de datos, lo que se ha debido a dos motivos principales: la aparición de un modelo de inteligencia artificial más barato desarrollado por la compañía china DeepSeek y la noticia de que Microsoft ha decidido frenar algunos de sus proyectos de centros de datos. Un tercer motivo lo encontramos en la volatilidad que han generado en los mercados los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump.

 

Según el economista estadounidense Jared Franz, aunque no cabe duda de que se trata de cuestiones importantes para los inversores, lo cierto es que los imprevistos son inevitables en el desarrollo de las nuevas tecnologías.

 

«La alternancia entre periodos de euforia y decepción es muy habitual en las nuevas tecnologías», explica Franz. «Lo que diferencia a la inteligencia artificial es que todo está pasando muy deprisa. Cada dos semanas aparecen modelos nuevos. Y los inversores deben estar preparados para más sorpresas. No obstante, a largo plazo, no cabe ninguna duda: la inteligencia artificial tendrá un profundo impacto en la economía y en nuestras vidas».

 

De hecho, el desarrollo de la tecnología ha transformado el panorama económico estadounidense, impulsando a las regiones a las que la economía digital había dejado atrás y ofreciendo oportunidades a compañías ajenas al ámbito tecnológico. A continuación, analizamos cuatro factores importantes a la hora de evaluar el impacto de la inteligencia artificial y la evolución de la oportunidad de inversión.

 

1. La inteligencia artificial está transformando el corazón de Estados Unidos

 

Tal y como muestran los datos, a pesar de la volatilidad, las compañías continúan invirtiendo con fuerza en la tecnología.

Productos fabricados en Estados Unidos: la inteligencia artificial transforma el panorama económico estadounidense

Un mapa de Estados Unidos muestra la ubicación de los centros de datos en los mercados primarios, secundarios y terciarios. Los mercados primarios incluyen los principales centros tecnológicos, como Silicon Valley y el norte de Virginia. Los mercados secundarios y terciarios se encuentran repartidos por todo el mapa, con una mayor concentración en el Medio Oeste, el sureste y Texas.

Fuente: Capital Group, DataCentreMap.com. Los mercados primarios se refieren a ubicaciones de centros de datos con una gran demanda de energía, superior a unos 800 megavatios; los mercados secundarios se refieren a ubicaciones con una demanda energética relativamente menor, pero con un crecimiento más elevado; los mercados terciarios se refieren a mercados más nuevos en los que los hiperescaladores pueden obtener energía más barata o más limpia con una presencia insignificante de colocación. Información a febrero 2025.

La revolución de la inteligencia artificial ha pasado de ser una tecnología basada en la nube, con raíces en Silicon Valley y otros centros tecnológicos, a convertirse en una experiencia de reindustrialización y transformación económica para todo el Medio Oeste, el suroeste y la costa atlántica de Estados Unidos. La búsqueda de ubicaciones que cuenten con terreno suficiente y que tengan acceso a abundantes recursos energéticos y a mano de obra cualificada ha derivado en unos impresionantes niveles de construcción en Arizona, Texas, Luisiana, Ohio y muchos otros estados.

 

Pensemos, por ejemplo, en Columbus (Ohio), donde el auge de la inteligencia artificial ha favorecido la construcción de más de 40 centros de datos en una zona de unos 15 kilómetros cuadrados situada a las afueras de New Albany. Las siete magníficas cuentan con centros de datos en New Albany, y la compañía Intel está construyendo una fábrica de semiconductores por valor de 28.000 millones de dólares en el mismo parque empresarial.

 

«Hace tiempo aprendí que no se puede apreciar realmente qué supone una tasa de crecimiento del 10% si no lo ves con tus propios ojos, así que quise ver sobre el terreno cómo eran esas inversiones de miles de millones de dólares», afirma Dane Mott, analista de contabilidad de Capital Group, que lideró un equipo de economistas y analistas políticos en su visita a Columbus a finales de 2024. «Lo que vimos fue que todo estaba lleno de grúas y de camiones y que había obras por todas partes».

 

«Me recordó a los viajes que hice a China hace veinte años», señala Mott. «Estas grandes extensiones de antiguas tierras de cultivo y cielos despejados se están transformando ante nuestros ojos», añade.

 

Estos proyectos que se están desarrollando por todo el país están impulsando la demanda, no solo de semiconductores avanzados y otras tecnologías básicas, sino también de energía, equipos eléctricos, sistemas de refrigeración, terrenos y mano de obra cualificada.

 

2. La demanda está cambiando, no ralentizándose

 

En febrero supimos que Microsoft está cancelando algunos de sus proyectos de centros de datos. ¿Podría significar que el desarrollo de la inteligencia artificial está alcanzando su punto máximo?

 

«Yo diría que la demanda está cambiando. En realidad, la demanda agregada no ha cambiado en toda la cadena de valor industrial», afirma el analista de inversión Nate Burggraf, especializado en compañías industriales estadounidenses que participan en la construcción de centros de datos. «De hecho, continúa superando a la oferta en lo que se refiere a las fuentes de energía, los equipos eléctricos, los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado y la mano de obra».

 

Microsoft mantiene su intención de invertir 80.000 millones de dólares en centros de datos en 2025, y otros hiperescaladores continúan invirtiendo con fuerza en la tecnología. El gigante de las bases de datos Oracle y el inversor tecnológico japonés Softbank se han unido a OpenAI para construir campus de centros de datos, y Meta ha manifestado su intención de construir un centro de datos de 10.000 millones de dólares y 2,2 gigavatios en el noreste de Luisiana.

 

Según Burggraf, lo que realmente refleja el anuncio de Microsoft es un cambio de enfoque en lo que se refiere al tipo de inversión en inteligencia artificial. Hay dos clases de cargas de trabajo de inteligencia artificial: los modelos de entrenamiento, que son los que impulsan la tecnología, y los modelos de inferencia, que normalmente requieren unos centros de datos de menor tamaño y carácter más regional con necesidades diferentes de energía y computación.

 

También hemos conocido el nuevo modelo de DeepSeek, relacionado con cargas de trabajo de entrenamiento de inteligencia artificial que se ha desarrollado a un coste más bajo con chips menos avanzados. Aunque todo ello no ha llevado a los hiperescaladores a reducir su inversión en la tecnología, lo más probable es que la mayor eficiencia de los centros de datos tenga consecuencias en las compañías industriales de toda la cadena de valor.

 

«Esta dinámica podría frenar el crecimiento de los pedidos y la capacidad de fijación de precios de algunos proveedores de equipos eléctricos y de refrigeración, por ejemplo», añade Burggraf. «Los inversores han de mostrarse selectivos en el futuro».

 

3. Identificación de los cuellos de botella

 

¿Cuáles son las principales áreas de inversión en la cadena de suministro de los centros de datos?

 

El diseño de los centros de datos que vertebran la inteligencia artificial y la economía digital en general no es uniforme. Estos centros pueden tener una superficie de entre 20.000 y 100.000 metros cuadrados y su construcción puede costar miles de millones de dólares, gran parte de los cuales se destina a tecnología, como servidores y una gran cantidad de semiconductores. Deben tener acceso a una gran cantidad de energía, ya que los equipos de inteligencia artificial consumen siete u ocho veces más energía que la que utilizan la nube y otras necesidades de computación.

Destino de la inversión en infraestructuras de inteligencia artificial

Una infografía muestra el desglose estimado de los costes de construcción de los centros de datos. Presenta tres categorías principales de costes con los porcentajes correspondientes: sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado/mecánica/refrigeración (15% a 20%), que consiste en sistemas de aire acondicionado y climatizadores para salas de ordenadores, sistemas de refrigeración por aire, tuberías y almacenamiento de agua refrigerada; terrenos y edificios (35% a 45%), categoría que incluye el terreno, la estructura del edificio, el suelo elevado, el vestíbulo/entrada y la zona de envío y recepción; y sistemas eléctricos (40% a 45%), que abarca generadores eléctricos de emergencia, baterías, unidades de distribución de energía, sistemas de alimentación ininterrumpida y conmutadores/transformadores. A la derecha, se muestra un resumen con los costes totales estimados para un centro de datos de un millón de pies cuadrados, que oscilan entre 625 y 1.140 millones de dólares, con rangos de costes individuales de 125 a 215 millones de dólares para la categoría de sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado/mecánica/refrigeración, 220 a 460 millones de dólares para terrenos y edificios y 280 a 460 millones de dólares para sistemas eléctricos.

Fuente: Capital Group, DgtlInfra.com. Las cifras en dólares se basan en los costes estimados por pie cuadrado (un pie cuadrado equivale a 0,09 metros cuadrados) y pueden no corresponder directamente a los porcentajes de las distintas categorías. Los costes reales de construcción varían mucho en función de la ubicación y los requisitos del centro de datos en cuestión. Estimaciones de superficie en pies cuadrados de DgtlInfra.com a noviembre de 2023.

Los centros de datos exigen también una inversión de millones de dólares en terrenos, sistemas eléctricos, como generadores, transformadores y conmutadores, así como sistemas de refrigeración que eviten el sobrecalentamiento de los servidores.

 

La fuerte demanda de servidores de datos que se ha registrado en los últimos dos años ha provocado importantes cuellos de botella. La rápida identificación de estos cuellos de botella, así como de las compañías que podrían aliviarlos, podría favorecer a los inversores. «Hace un año, veíamos cuellos de botella en todos los puntos de la cadena de suministro», afirma Burggraf. «Pero algunos se han ido deshaciendo algo más rápido que otros».

 

Por ejemplo, en el caso de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado, la demanda continúa superando a la oferta, pero la situación está mejorando y los plazos de producción se han reducido ligeramente. Algunos fabricantes como Carrier Global, AAON y Modine Manufacturing han comunicado su intención de invertir en capacidad de producción. «También han mejorado los plazos de entrega de los equipos eléctricos, como los transformadores y los conmutadores para proteger los servidores, pero la demanda continúa superando a la oferta», explica Burggraf.

 

Dos áreas en las que sigue habiendo cuellos de botella son la generación de energía y la mano de obra. Según Burggraf, los tiempos de espera para conectarse a la red eléctrica han aumentado hasta seis años en algunas zonas. GE Vernova, por ejemplo, ha señalado que tiene ya completa su cartera de pedidos de turbinas de gas de alta potencia de aquí a 2029. La compañía fabrica también turbinas más pequeñas que pueden utilizarse en centros de datos regionales de menor tamaño, al igual que otras compañías del sector como Caterpillar y Cummins.

 

En lo que se refiere a la mano de obra, compañías como Comfort Systems y Quanta Services están ampliando su plantilla de técnicos de instalación de equipos eléctricos y de sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado, así como de construcción de sistemas de transmisión y distribución.

 

4. El exceso de inversión es una características de la innovación

 

El anuncio del nuevo modelo de DeepSeek provocó una gran conmoción en el mercado de la inteligencia artificial y llevó a los inversores a preguntarse si el nivel actual de inversión es necesario, o incluso prudente. No cabe duda de que las grandes tecnológicas que están invirtiendo de manera agresiva en su intención de dominar el ámbito de la inteligencia artificial cuentan con los recursos necesarios para seguir haciéndolo. A medida que la tecnología evoluciona y el panorama competitivo cambia, la probabilidad de que asistamos a un contexto de exceso de inversión es bastante alta, señala Franz.

 

«Es importante recordar que el exceso de inversión es una característica, y no un defecto, de los avances tecnológicos importantes», afirma. En algún momento, las compañías optarán por invertir de manera más eficiente. Es cierto que, a largo plazo, habrá compañías que consigan dominar el mercado de la inteligencia artificial y otras que no lo lograrán. Pero no parece probable que el exceso de inversión vaya a provocar una situación similar a lo que ocurrió con Global Crossing, la compañía de telecomunicaciones que realizó fuertes inversiones en infraestructuras antes de declararse en quiebra. 

 

A diferencia de Global Crossing, que no llegó a registrar beneficios, los hiperescaladores tecnológicos actuales generan unas sólidas cifras de ganancias y flujo de caja libre. Sin embargo, no deberíamos sorprendernos si vuelve a repetirse el caso de Cisco Systems, que en marzo del año 2000 era la compañía más valiosa del mundo. Aunque la compañía es hoy en día reconocida como una empresa clave para la infraestructura de nube e internet, aún no ha vuelto a registrar el nivel de capitalización de mercado que alcanzó en marzo de 2000. Conclusión: la valoración es importante, también para invertir en grandes compañías.

Las ganancias de productividad generadas por las nuevas tecnologías suelen tardar años en aparecer

El gráfico ilustra cómo la productividad puede disminuir en los primeros momentos de adopción de una nueva tecnología antes de aumentar bruscamente y luego estabilizarse con el tiempo. El eje horizontal representa el tiempo, mientras que el eje vertical representa el crecimiento de la productividad. La línea forma dos curvas. La primera curva, denominada «menor crecimiento de la productividad registrada», comienza en la parte superior izquierda y va descendiendo, lo que refleja una productividad decreciente o negativa. A continuación, la línea continúa formando una segunda curva, denominada «mayor crecimiento de la productividad registrada», que se eleva significativamente por encima del punto medio del eje de la productividad, alcanzando un máximo hacia la derecha. Luego la línea desciende hacia el punto medio de la productividad antes de aplanarse. Las descripciones explican que el descenso de la productividad en la fase inicial coincide con la inversión de recursos de capital y trabajo y que la parte ascendente de la curva representa las ganancias intangibles de la inversión anterior.

Fuente: Capital Group, iniciativa del MIT sobre economía digital. La ilustración de la «curva J» de productividad muestra el efecto retardado que puede tener la introducción de nuevas tecnologías sobre la productividad total de los factores (PTF). La productividad total de los factores refleja el cambio en la producción económica agregada que no está asociado a cambios en el capital ni en la mano de obra, y se aproxima al impacto del cambio tecnológico.

Aunque la construcción de infraestructuras de inteligencia artificial ha avanzado a gran velocidad, la adopción de las herramientas tecnológicas en las empresas ha sido más lenta. «La adaptación a las tecnologías lleva su tiempo, ya que los usuarios han de aprender los nuevos procesos», añade Franz. «Es posible que las ventajas económicas tarden años en hacerse evidentes».

 

La inteligencia artificial tiene potencial para convertirse en una tecnología de uso general cuyas consecuencias pueden ir mucho más allá de los sectores tecnológico, energético e industrial. «Creo que va a tener un profundo impacto en todo lo que hagamos en los próximos diez años», concluye Franz.

 

Lo mismo podría decirse sobre el impacto de la inteligencia artificial en la inversión.

NTNB

Nate Burggraf es analista de inversión en renta variable, responsable del análisis de las compañías industriales estadounidenses de pequeña y mediana capitalización. Cuenta con nueve años de experiencia en el sector de la inversión (a 31 diciembre 2024). Está licenciado en Finanzas por la Universidad de Notre Dame.

JASF_600x600_col

Jared Franz es economista y cuenta con 19 años de experiencia en el sector de la inversión (a 31 diciembre 2024). Es doctor en Economía por la Universidad de Illinois de Chicago y licenciado en Matemáticas por la Universidad de Northwestern.

DACM

Dane Mott es analista de contabilidad y cuenta con 21 años de experiencia en el sector de la inversión (a 31 diciembre 2024). Está licenciado en Contabilidad y Finanzas y tiene un MBA en Finanzas y Gestión, ambos títulos por la Universidad de Nueva York.

Las rentabilidades obtenidas en el pasado no garantizan rentabilidades futuras. No está permitido invertir de forma directa en un índice, que no se gestiona. El valor de las inversiones y las rentas generadas por las mismas pueden subir o bajar y es posible que los inversores no recuperen los importes invertidos inicialmente. El presente material no pretende ofrecer ningún tipo de asesoramiento de inversión, fiscal o de cualquier otra naturaleza, ni constituye una oferta ni una solicitud de compra o venta de valores.
 
Las declaraciones atribuidas a una persona concreta representan las opiniones de dicha persona en la fecha de la publicación, y no reflejan necesariamente las opiniones de Capital Group o de sus filiales. Salvo indicación en contrario, la información contenida en el presente documento se refiere a la fecha indicada. Es posible que alguna información haya sido obtenida de terceros y, por lo tanto, la fiabilidad de dicha información no está garantizada.
 
Capital Group gestiona activos de renta variable a través de tres grupos de inversión, que realizan inversiones y toman las decisiones relativas a la delegación de voto de forma independiente. Los profesionales de la inversión en renta fija proporcionan análisis sobre la renta fija y gestionan las inversiones en esta clase de activos en toda la organización. No obstante, en lo que respecta a aquellos títulos con características de renta variable, actúan exclusivamente en nombre de uno de los tres grupos de inversión en renta variable.