Mercados
Tras conocerse con mayor certeza los resultados electorales, el índice S&P 500 marcó un máximo histórico. El repunte de los mercados de renta variable estadounidense pareció reflejar el alivio de los inversores, ya que el contundente resultado obtenido redujo el nivel de riesgo político. El mercado sigue centrado en las posibles rebajas de impuestos, tanto de sociedades como sobre las personas físicas, y en la desregulación, por lo que podríamos asistir a una nueva subida de la renta variable.
Los tipos de interés estadounidense ya han comenzado a descontar el potencial de reflación. Según Franz, el rendimiento de los títulos del Tesoro estadounidense a diez años podría continuar aumentando hasta situarse entre el 4,5% y el 5%.
Por su parte, el dólar podría mantener su fortaleza frente al resto de las principales divisas, dada la capacidad de resistencia que muestra la economía estadounidense. El cambio de tendencia en las expectativas relativas de tipos de interés a favor de Estados Unidos influirá en gran medida en el crecimiento económico, al igual que la magnitud del régimen de aranceles.
En el ámbito de la renta variable, la amplia victoria republicana podría favorecer las siguientes temáticas de inversión:
- En el sector bancario y financiero, la reducción de la normativa y de las exigencias de capital debería impulsar el crecimiento de los beneficios.
- El sector del espacio aéreo y la defensa podría verse favorecido por el aumento del gasto provocado por las tensiones geopolíticas.
- Las compañías sanitarias podrían beneficiarse de las propuestas de desregulación, destinadas a fomentar la competencia y la eficiencia. Sin embargo, la reducción de los precios podría afectar a los beneficios; esta es una de las razones que explica la caída de las cotizaciones de las grandes farmacéuticas tras las elecciones.
- En el segmento del petróleo y el gas, se prevé el impulso y la desregulación de las perforaciones y la minería nacionales, lo que, sin embargo, podría provocar la reducción del precio por barril.
- El sector industrial podría verse favorecido por la relocalización de la producción a suelo estadounidense. Si los aranceles no acaban siendo excesivos, y sobre la base de esta tendencia procíclica, ciertas compañías industriales japonesas y europeas que suministran productos químicos especializados y componentes de automatización podrían verse favorecidas.
- Las compañías de pequeña capitalización podrían beneficiarse de la solidez de la economía estadounidense, la relocalización de las cadenas de suministro y la posible rebaja del impuesto de sociedades.
- Las compañías multinacionales, sobre todo las que comercian con China, podrían verse afectadas por los aranceles.