No obstante, la cotización de Netflix cayó después de que la compañía anunciara su intención de dejar de informar sobre el crecimiento de las suscripciones en 2025. «Los inversores están tan pendientes del número de suscriptores que no piensan en mucho más», señala Thompson. «Pero hay otros parámetros, como las oportunidades de fijación de precios, el crecimiento internacional y la plataforma publicitaria, que podrían ser aún más importantes para el sector en el futuro».
La guerra del streaming no ha terminado. El proceso de consolidación continuará, ya que las compañías del sector seguirán tratando de aumentar su escala. A más largo plazo, lo más probable es que las empresas líderes adquieran mayor protagonismo en los segmentos de los deportes y los videojuegos.
3. Una oportunidad olímpica: las marcas más jóvenes podrían desafiar a las grandes marcas deportivas tradicionales
Los Juegos Olímpicos son el escenario mundial del dominio atlético. Pero también son una gran oportunidad para que las marcas deportivas presenten productos innovadores y aumenten su cuota de mercado.
«En los últimos tiempos, algunas marcas más pequeñas de calzado deportivo, como Hoka y On, han planteado una cierta competencia a las marcas más tradicionales. Han ampliado su cuota de mercado, y la celebración de los próximos Juegos Olímpicos podría servir para que estas marcas más pequeñas consoliden su condición de rivales creíbles», afirma Beth Schulte, analista de inversión en renta variable.
El cambio de tendencia en el segmento de la ropa deportiva es el resultado de varios factores, que van desde los problemas que registraron las cadenas de suministro durante la pandemia, que ralentizaron el ritmo de innovación, a la capacidad de las nuevas marcas para aprovechar el potencial que ofrecen las redes sociales para hacerse virales y crecer con rapidez. También existe un ciclo natural, ya que ciertas marcas que en un momento dado son muy populares dejan pronto de estar de moda, señala Schulte.
La reciente presentación de los resultados correspondientes al primer trimestre demuestra lo mucho que hay en juego. Algunas de las grandes compañías han revisado a la baja sus previsiones para reajustarse y encontrar una base a partir de la cual volver a crecer. Para algunas de las marcas más tradicionales, como Nike y Adidas, es importante recuperar su posición como marcas deportivas líderes,
y para ello tendrán que aumentar la inversión en innovación de productos y en marketing. «Casi todas las grandes marcas han invertido más dinero en publicidad, pero es posible que tengan que transcurrir entre 12 y 18 meses desde los Juegos Olímpicos para que los inversores sepan si las marcas tradicionales continúan perdiendo terreno», afirma Schulte.
Un entorno de tipos de interés elevados
El buen comienzo del año en lo que respecta a los beneficios empresariales es una buena señal para muchas compañías. Ciertas temáticas de inversión como la inteligencia artificial y el elevado gasto de capital de los hiperescaladores continúan cobrando fuerza. Hay indicios de que los consumidores de rentas medias y bajas empiezan a experimentar ciertas dificultades, lo que podría afectar a algunas compañías a medida que avance el año.
«Cuando se trata de tomar decisiones de inversión, me gusta fijarme en las compañías concretas, en lugar de tratar de adivinar cómo va a evolucionar el contexto macroeconómico. Sin embargo, las cifras trimestrales de beneficios empresariales nos muestran cómo las empresas y los consumidores están haciendo frente a los elevados tipos de interés y a otras cuestiones económicas», concluye Thompson.