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Cuatro estrategias de inversión de generación de rentas para un entorno de tipos elevados
Damien J. McCann
Gestor de renta fija
David Daigle
Gestor de renta fija

Los mercados de renta fija tienen buena pinta. Ante el aumento de los rendimientos, el potencial de generación de rentas es el más alto de los últimos veinte años, y la volatilidad relacionada con las subidas de tipos de interés podría disminuir a medida que la Reserva Federal de Estados Unidos se vaya acercando al final de su campaña de subidas de tipos. A pesar de todo ello, la economía estadounidense ha sorprendido al alza.

En un mundo ideal, para conseguir un nivel elevado de rentas en un entorno como el actual solo habría que «aparcar» nuestro efectivo en fondos del mercado monetario con un riesgo relativamente bajo y esperar a que crezca. Pero la realidad tiene muchos más matices. Lo más probable es que los tipos de interés bajen con respecto al nivel actual, por lo que resulta poco realista pensar que la rentabilidad que ofrecen hoy en día las inversiones en efectivo y en instrumentos similares al efectivo va a mantenerse a largo plazo.


Los inversores se han refugiado en el efectivo, impulsando las posiciones de los fondos del mercado monetario

Fuente: Capital Group, Bloomberg Index Services Ltd., Investment Company Institute (ICI). Información a 11 agosto 2023. Aunque los fondos del mercado monetario tratan de mantener un valor liquidativo de 1 dólar por acción, no están garantizados por el gobierno federal de Estados Unidos ni por ninguna agencia gubernamental. Los inversores pueden perder dinero invirtiendo en fondos del mercado monetario.

De hecho, parece probable que el potencial de rentabilidad de los 5,5 billones de dólares que están invertidos actualmente en fondos del mercado monetario comience a disminuir a medida que se reduzca la inflación y la Reserva Federal ponga fin a las subidas de tipos de interés. Aún no sabemos a ciencia cierta cuándo van a comenzar a caer los tipos y a qué ritmo lo harán, pero la renta fija ha logrado una rentabilidad históricamente superior a la de las inversiones en efectivo y en instrumentos similares en los años siguientes al fin del ciclo de subidas de tipos de la Reserva Federal.


Aunque las perspectivas parecen más halagüeñas, la economía no está aún fuera de peligro, ya que las subidas de tipos continúan aumentando los costes de financiación de las compañías y los consumidores.


En este contexto, los gestores de renta fija Damien McCann y David Daigle reflexionan sobre las oportunidades de inversión que pueden surgir a medida que la economía y la Reserva Federal se acercan a un próximo cambio de tendencia.


1. Trate de obtener un rendimiento atractivo antes de que bajen los tipos


En 2022, los rendimientos se dispararon y los precios de los bonos cayeron con fuerza, ya que la elevada y persistente inflación llevó a la Reserva Federal a subir los tipos de interés a un ritmo vertiginoso. En lo que llevamos de 2023, la volatilidad no ha sido tan alta, pero la persistencia de la inflación ha obligado a los bancos centrales a continuar subiendo los tipos, aunque de manera más gradual.

En agosto de este año, el rendimiento de los títulos del Tesoro estadounidense a diez años, que determina los costes de financiación de gran parte de la economía del país, alcanzó el 4,35%, su nivel más alto desde 2007. Y aunque la volatilidad ha afectado a los mercados de renta fija durante todo el mes, los tipos elevados a largo plazo deberían acabar frenando las presiones inflacionistas.

A pesar de la incertidumbre que aún domina la economía, hay una cosa que está clara: la subida de los tipos ha ofrecido a los mercados de renta fija numerosas vías para lograr una generación de rentas y un potencial de rentabilidad sólidos. 

Ello se debe a que el rendimiento inicial ha sido un buen indicador de las expectativas de rentabilidad a largo plazo. El índice Bloomberg Global Aggregate, un índice de referencia muy utilizado en los mercados de deuda de grado de inversión (con calificación BBB/Baa y superior), registró una rentabilidad del 4,93% el 25 de agosto de 2023, cifra muy superior al rendimiento del 1,70% que registraba el índice el 31 de diciembre de 2021, antes de que la Reserva Federal comenzara a subir los tipos de interés. El índice Bloomberg US Corporate High Yield, que representa a la deuda de alto rendimiento, registraba una rentabilidad del 8,48% el 25 de agosto de 2023, frente al 4,41% del 31 de diciembre de 2021.


El potencial de sólida generación de rentas puede mantenerse si el rendimiento se estabiliza en niveles elevados

Fuente: Bloomberg Index Services Ltd., RIMES. Información desde el 31 julio 2013 al 25 agosto 2023. Los rendimientos sectoriales anteriores se refieren al mercado global estadounidense representado por el índice Bloomberg U.S. Aggregate, la deuda corporativa de grado de inversión representada por el índice Bloomberg U.S. Corporate Investment Grade, la deuda corporativa de alto rendimiento representada por el índice Bloomberg U.S Corporate High Yield y la deuda emergente representada por el 50% del índice J.P. Morgan EMBI Global Diversified y el 50% del J.P. Morgan GBI-EM Global Diversified. Los resultados obtenidos en el pasado no son indicativos de resultados futuros.

«Llegar hasta aquí no ha sido fácil, pero la renta fija ofrece actualmente un magnífico potencial de generación de rentas», afirma McCann. Una asignación estratégica a los sectores de mayor generación de rentas puede contribuir a impulsar el potencial de rentabilidad a largo plazo, con menor volatilidad que la renta variable, algo que han de tener en cuenta los inversores que persiguen la generación de rentas. Entre dichos sectores destacan la deuda corporativa de alto rendimiento y grado de inversión, la deuda de mercados emergentes y la deuda titulizada.

«Si la inflación continúa cayendo y el crecimiento económico mantiene su debilidad, lo más probable es que los tipos de interés comiencen a disminuir, aunque se mantendrán en niveles más elevados de lo que han acostumbrado a estar en los últimos años», señala McCann. En ese contexto, los sectores de renta fija pueden resultar atractivos, ya que los precios de los bonos aumentan cuando los rendimientos caen. Y dado que la rentabilidad total de un bono está compuesta por las rentas y las fluctuaciones de precios, «la caída de los rendimientos favorecería la rentabilidad, lo que se sumaría a los cuantiosos cupones de los bonos», añade.

Lo que podría provocar la caída de los rendimientos, y la potencial revalorización de los precios, serían los recortes de tipos de interés por parte de la Reserva Federal, que podrían producirse si la inflación continúa disminuyendo, la economía entra en recesión o los bancos centrales tratan de imponer un tipo «neutral» que no restrinja ni estimule el crecimiento económico, señala Daigle. La caída de los rendimientos de los títulos del Tesoro contribuiría a compensar el impacto negativo que traería consigo el aumento de los diferenciales de crédito, es decir, el rendimiento superior que suelen pagar los bonos con respecto a los títulos del Tesoro.


2. Considere la inversión en deuda de grado de inversión mientras los fundamentales sean sólidos


La tan anunciada recesión aún no ha llegado. No cabe duda de que algunos segmentos de la economía muestran cierta debilidad, pero incluso las áreas más sensibles a las subidas de tipos de interés, como el mercado de la vivienda, podrían estar estabilizándose.  

«El consumo continúa impulsando la economía estadounidense», afirma McCann. «Y aunque es cierto que se ha registrado una cierta desaceleración, la tendencia continúa siendo positiva, con unos mercados laborales sólidos y un gasto constante de los consumidores en actividades de ocio y viajes».

La morosidad de las tarjetas de crédito aumentó en el segundo trimestre frente a los primeros tres meses del año, pero no es superior a los niveles normalizados que se registraban antes de la pandemia, según un informe realizado en agosto de 2023 por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York.

Muchas compañías han logrado repercutir sus aumentos de costes en los consumidores, lo que ha impulsado los fundamentales corporativos, incluidos los beneficios. Estas compañías también han tratado de reducir sus gastos operativos y gestionan su nivel de liquidez de manera conservadora.

«Esta estrategia debería permitirles continuar refinanciando o amortizando su deuda cuando el crecimiento de los beneficios se ralentice o se contraiga en un periodo de caída de la economía», señala McCann.

Están surgiendo más oportunidades en el segmento de la deuda de grado de inversión. Los grandes bancos comerciales constituyen un área de valor potencial, ya que los diferenciales se sitúan muy por encima de sus medias históricas y la calidad del crédito es excelente. «El sector bancario ha logrado contener los problemas que ha registrado recientemente, y aunque los bancos, en general, han reducido su actividad de préstamo, la contracción no ha sido aún lo suficientemente grave como para que la economía entre en recesión», añade McCann.


3. Busque oportunidades entre los títulos de deuda de alto rendimiento


A los inversores con un horizonte de inversión de al menos un año les puede compensar asumir ciertos riesgos. 

En lo que llevamos de año, el rendimiento inicial se ha situado en torno al 8%, lo que ofrece cierta protección frente a la volatilidad de los mercados de renta fija provocada por las subidas de tipos de la Reserva Federal, y lo que, a su vez, ha contribuido a la sólida rentabilidad registrada desde principios de año (hasta el 29 de agosto de 2023). Así, el índice Bloomberg US Corporate High Yield ha alcanzado una rentabilidad del 6,81%.

«Muchas compañías del mercado de deuda de alto rendimiento se han adaptado bastante bien a las subidas de tipos de interés», afirma Daigle. Por ejemplo, algunas compañías han amortizado su deuda, reduciendo así los gastos por intereses. La reducción del apalancamiento y la mejora de las operaciones han aumentado el número de «estrellas emergentes», que es el nombre que reciben las compañías que han abandonado el territorio del alto rendimiento para alcanzar el de grado de inversión. Según Daigle, es probable que esta tendencia continúe.


La buena estrella de los emisores de deuda de alto rendimiento

Fuente: Capital Group, J.P. Morgan Global Research. Información a 5 agosto 2023.

Una de las posibles dificultades es la consecuencia que podrían tener los elevados costes de financiación en las compañías. En algún momento, las subidas de tipos podrían llevar a un debilitamiento de los perfiles de crédito y a una reducción de las valoraciones. «Este proceso podría ser gradual, y la inversión en deuda de alto rendimiento en el momento actual podría contribuir a contrarrestar la volatilidad futura relacionada con una ralentización de la economía», señala Daigle.

Los emisores que tengan que enfrentarse a un aumento de los costes de financiación y a un deterioro de sus cifras de ganancias podrían tener dificultades para refinanciar su deuda, lo que pone de manifiesto la importancia de una estrategia de inversión selectiva. «Este fenómeno no es de naturaleza sectorial», concluye Daigle, «pero hay emisores del sector de las comunicaciones que parecen estar especialmente expuestos».


4. Diversifique sus inversiones de generación de rentas


Hay una estrategia de inversión habitual que puede aplicarse incluso cuando los tipos de interés se encuentran en niveles tan elevados como los actuales: diversificación de posiciones.

Para los inversores que persiguen la generación de rentas, esta estrategia implica la inversión en sectores de renta fija que se han visto muy afectados por el contexto reciente, como la deuda de mercados emergentes y la deuda titulizada. La rentabilidad de la deuda de grado de inversión y alto rendimiento, de la deuda emergente y de los bonos de titulización va cambiando a lo largo del tiempo. McCann considera que un enfoque diversificado y multisectorial puede ayudar a los inversores a hacer frente a los problemas que afectan a la economía de forma desigual.

Tal y como afirma el gestor, son varios los países que están teniendo dificultades para afrontar el actual entorno de elevados tipos de interés. Pero el segmento de los mercados emergentes es muy amplio, y muchos emisores han sido capaces de sortear estas circunstancias. Por ejemplo, Omán se ha beneficiado de la subida de los precios del petróleo. Por otro lado, los países latinoamericanos comenzaron a subir los tipos de forma proactiva mucho antes de que lo hicieran los principales bancos centrales, lo que contribuyó a aislar sus economías al reducir la inflación y la presión sobre las divisas.

Mientras los mercados continúan reaccionando a la actuación de la Reserva Federal, los datos de inflación y los cambios de discurso sobre la economía, los inversores deben ir enfocándose en sus objetivos financieros a largo plazo.

«No podemos predecir el futuro, por lo que siempre recomiendo un enfoque multisectorial y una perspectiva a largo plazo», concluye McCann. «Soy optimista ante el entorno actual, ya que las subidas de tipos han sentado las bases para que la renta fija pueda generar una rentabilidad y un nivel de rentas mucho más sólidos en los próximos años».



Damien J. McCann es gestor de renta fija y cuenta con 24 años de experiencia en el sector de la inversión (a 31 diciembre 2023). Está licenciado en Administración de Empresas con especialización en Finanzas por la California State University, Northridge, Además, es analista financiero colegiado (CFA®).

David A. Daigle es gestor de renta fija y cuenta con 25 años de experiencia en el sector. Tiene un MBA de la Universidad de Chicago y una licenciatura en Administración de Empresas de la Universidad de Vermont.


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