«La renta fija está de vuelta». Eso es lo que se ha venido escuchando en los mercados financieros durante el último año, y los resultados del mercado de renta fija han validado esta sensación. La renta fija core ha registrado una rentabilidad del 7,5% en los últimos doce meses, mientras que el crédito global ha subido incluso más, con un 9,5% para el crédito de grado de inversión y un 15% para el de alto rendimiento¹.
Estos sólidos resultados pueden llevar a algunos inversores a preguntarse si no habrán dejado escapar el tren. ¿Ha pasado ya la oportunidad de la renta fija? Nuestra respuesta a esta pregunta es un rotundo «no». De hecho, pensamos que la oportunidad no ha hecho más que empezar. Gracias a la combinación de un elevado rendimiento inicial y un contexto macroeconómico favorable, es posible que por fin se hayan alineado los planetas para los mercados de renta fija.
Los mercados de renta fija ofrecen atractivas oportunidades de inversión en un contexto de disminución de la inflación y de inicio de los recortes de tipos de interés por parte de los bancos centrales, y vuelven a proporcionar diversificación con respecto a la renta variable, tal y como hemos comprobado en los recientes episodios de volatilidad de los mercados.
Favorecemos la inversión en crédito de gran calidad, ya que pensamos que podría ofrecer una rentabilidad total en torno al 10% en los próximos años, gracias a la combinación de rentas y revalorización de los precios que provocaría la caída de los rendimientos.